Crisis del coronavirus

Illa usó el cambio metodológico del Covid para rebajar en 8.788 la cifra de hospitalizados en Cataluña

Fallecidos Covid
Salvador Illa, este jueves, defendiendo la prórroga del estado de alarma en el Congreso de los Diputados. Foto: EFE
Carlos Cuesta

Las manipulaciones estadísticas del Gobierno en materia de coronavirus siguen viento en popa. El último cambio de metodología del recuento de fallecidos por la Covid ha permitido al Ministerio de Sanidad plasmar una cifra de hospitalizados mucho más asumible para la Generalitat Catalana. De ese modo, y mientras la cifra global de hospitalizados en España se rebajaba en 13.549 personas, el grueso de ese adelgazamiento de los datos beneficiaba a Cataluña, que se apuntaba de golpe 8.788 casos menos de pacientes hospitalizados.

El milagro se obraba por arte de la estadística. Ese día 4 de noviembre la serie histórica de evolución de pacientes hospitalizados por el coronavirus truncaba su ritmo. Si hasta ese momento la inmensa mayoría de los días registraban aumentos cercanos a los 2.000 o 2.500 casos de nuevos hospitalizados, esa jornada descendía la cifra total de necesitados de asistencia en centros médicos en nada menos que 13.549 personas.
Pero lo más llamativo, quizás, es el curioso y desigual reparto de esa increíble recuperación retrospectiva de los enfermos.

Cataluña era la comunidad qué más sanados se apuntaba. En concreto se anotaba una recuperación en el pasado de 8.788 casos de hospitalizados.
La segunda comunidad en volumen de mejorías era Madrid, pero a larga distancia: según las cuentas del Ministerio de Sanidad, 3.111 personas que figuraban como hospitalizadas nunca lo habían sido.

Las siguientes regiones en compartir el cambio estadístico fueron País Vasco, con 1.585 casos de no hospitalizados; Castilla y León, con 767; La Rioja, con 414; Extremadura, con 346; y Galicia,  con 27.

Hay que recordar que el número de hospitalizados y, sobre todo, la presión que ejercen sobre el número de camas hospitalarias y camas UCI, es uno de los factores clave a la hora de determinar las medidas restrictivas que se aplican o imponen en cada comunidad autónoma.

Esta modificación estadística se introdujo, de hecho, en el enésimo cambio de criterio del Ministerio de Sanidad sobre el recuento de fallecidos por la Covid. Un cambio que hizo notificar ese día 4 de noviembre 1.623 muertos más (no eran nuevos correspondientes a las últimas 24 horas).

El alcance letal del coronavirus en España alcanzaba, así ese día, oficialmente, los 38.118 decesos. Sanidad se plegaba, por fin y en parte, a las exigencias de la Unión Europea y de la OMS, que le exigían contabilizar como fallecidos a aquellos casos en los que hubiese sospechas del diagnóstico previo a la muerte. Es decir, de aquellos fallecidos por Covid infectados por el SARS-Cov-2, pero cuyo diagnóstico no certificaba probatoriamente que la causa fuera la COVID. Ese fue el argumento que utilizó Sanidad el pasado mayo para eliminar de sus estadísticas casi 2.000 fallecimientos.

Mortalidad del coronavirus

La serie histórica de datos sobre la mortalidad del coronavirus volvía, de este modo, a saltar por los aires, una vez más, después de que Sanidad pusiera en funcionamiento su nuevo sistema de contabilización. Los primeros resultados arrojan 1.623 muertes más, la gran mayoría de ellas correspondientes a la primera ola de la pandemia.

Pero ni siquiera para cuadrar del todo las cifras oficiales con la realidad. Porque no se hacía de forma retrospectiva plena. De hecho, España supera ya los 75.000 muertos reales por el Covid. Alcanza ya, en concreto, los 75.175 fallecidos.

Los últimos datos procedentes del INE muestran un incremento de muertes entre el 9 de marzo y el 8 de noviembre de un total de 70.877 fallecimientos con respecto al mismo periodo del año 2019. En ausencia de ninguna otra causa adicional de mortalidad extraordinaria salvo el coronavirus, la probabilidad es casi absoluta de que ese exceso de muertes corresponda al Covid-19.

Pero el dato del INE finaliza el cómputo de su última actualización el citado 8 de noviembre. Ese dato puede ser complementado con el más actualizado del Ministerio de Sanidad. Así, si se añaden los fallecimientos reconocidos oficialmente por el Gobierno entre ese 8 de noviembre y el 20 del mismo mes la cifra de muertos se dispara hasta los 75.175.

Ese dato combina dos fuentes distintas. Pero ese factor tan sólo puede provocar que peque de escaso. Y es que Sanidad admite cifras claramente inferiores a las reales mostradas por el Instituto Nacional de Estadística. Por lo tanto, en el momento en el que llegue la actualización de muertes del INE, esos 75.175 muertos se incrementarán.

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